Agua: Es el elemento del entendimiento, es decir, del escuchar, de ser receptivo, de la empatía, es el elemento que cede, que se adapta, retrocede, acepta.
Aire: Es el elemento de la fluidez, del desapego, de la liviandad, cambia de dirección en cualquier momento. Nos permite cambiar de opinión. Es posible el sueño y el soñar. No tiene límites claros de acción y pensamiento.
Fuego: Es el elemento que reacciona rápidamente, con entusiasmo, el que está siempre viendo posibilidades, es impetuoso, invades espacios, tiene presencia fuerte. El fuego avanza y seduce a otros a avanzar con él.
Tierra: Es el elemento de la fuerza, de la resistencia a los cambios, inflexible, este elemento permite echar raíces. Desde este elemento obtenemos la voluntad de mantenernos en relaciones, ideas, proyectos y fijar límites.